domingo, 3 de mayo de 2009

Las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo

Las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP) fueron una de las tres organizaciones guerrilleras que operaron en Jalisco durante la década de los setenta del siglo XX. Otras dos más fueron la Unión del Pueblo y la Liga Comunista 23 de Septiembre. Algunos de los militantes de las FRAP provinieron tanto de las Juventudes Comunistas, como de las luchas políticas y sociales ocurridas al interior de la Universidad de Guadalajara durante el periodo que fue de 1968 a 1973. Una de sus primeras apariciones públicas ocurrió en febrero de 1973 al llevar a cabo el secuestro del cónsul estadounidense Terrence George Leonhardy en una operación coordinada con un grupo del Frente Estudiantil Revolucionario (FER) que tenia su base en la Colonia Morelos. La intempestiva acción de las FRAP desató en cierta medida el movimiento armado en la ciudad de Guadalajara. Debido al plagio del funcionario norteamericano, los militantes de las demás organizaciones debieron llevar a cabo una serie de posturas estratégicas que les permitieran progresar en sus respectivos proyectos revolucionarios. La historia de las FRAP se puede situar en dos fases: una que fue de 1968 a 1973 y otra que parte de 1973 a 1982. Ambas fases fueron cambiantes dado el carácter inestable de las estrategias de combate de la guerrilla contra el Estado habidas en esos años. El binomio marxismo-leninismo, que fue pieza clave de la formula de lucha en los manuales de adoctrinamiento de la guerrilla a fines de los sesenta en México.

Ese método doble integraba el argumento teórico expuesto en la obra de Marx por un lado, y por el otro la experiencia material del movimiento socialista encabezado en buena medida por Lenin durante la revolución rusa de 1917. Los documentos clásicos sobre la revolución socialista, fueron el eje formativo-intelectual de cientos de jóvenes, que recurriendo a dichos textos iniciaron a finales de los sesenta su abordaje al pensamiento revolucionario. Uno de los puntos de propagación de las ideas de la revolución en Guadalajara en términos teóricos fue el Partido Comunista (PC) aunado a su filial juvenil, La Juventud Comunista (JC). En Guadalajara, los debates y análisis sobre el marxismo-leninismo en dichos espacios provocaron, a inicios de la década de los setenta, la aparición de dos grandes grupos de posturas en pugna dentro del PC, las cuales rápidamente se trasladaron al seno de la JC. Por un lado se forma el grupo de los dogmáticos, aquellos militantes del partido que entendían al socialismo de manera cerrada, es decir, como si este fuera un recetario en el cual cada palabra era fija e inamovible (1). La mayor parte de estos formaban la dirección del PC y a pesar de su dogmatismo, no apoyaban la revolución armada, sino que aspiraban a la vía política. Esto se entiende como un afán de sobrevivencia institucional del partido. Por otro lado estaban los que pensaban que había que adaptar el marxismo-leninismo a la realidad mexicana y transformarla mediante una revolución armada.

Estos eran jóvenes mayormente y se asentaban en la JC. No estaban convencidos de la conveniencia de la postura institucional del PC, pues eso les mantenía en el inmovilismo. El argumento de las FRAP estaba fuertemente fundado en las lecturas del marxismo-leninismo. La particularidad de su concepción, respecto a las otras dos organizaciones guerrilleas sobre la forma en que se debía llevar la lucha, implicaba una organización de la dirigencia en pequeñas células, es decir una estructura organizativa mínima para evitar la infiltración y el rastreo por parte del Estado mexicano. Respecto a la postura revolucionaria de las FRAP, no se ha encontrado hasta el momento algún documento que explique el desarrollo claro de un cuerpo doctrinario, cosa que si lograron desplegar en buena medida tanto la Unión del Pueblo, como La Liga Comunista 23 de Septiembre. Armando Rentería, quien perteneció a la JC, al FER y finalmente a la Liga en esta ciudad de Guadalajara, me refirió lo siguiente respecto a los grupos armados conforme a sus respectivos núcleos organizativos para lograr la revolución en ese periodo.

Desde la óptica de la Liga, podemos definir las posturas de esta manera: la Unión del Pueblo, se inclinaba por los actos de terror, poner las bombas y esas cosas. El FRAP se inclinaba por crear, reductos, guerrilla urbana tipo Tupamaros, muy cerrados; muy, muy cerrados en que con poquitos se podían hacer muchas cosas y no desperdiciar fuerzas en propaganda, si acaso sí la propaganda pero entre militantes. Y por el lado de la Liga, en planteamiento era más amplio, hasta querer formar un Partido y un Ejercito Revolucionario(2).

Esta primer fase de la guerrilla en Guadalajara, en las que las FRAP hacen sus aparición de manera apresurada -conforme al parecer de Enrique Velásquez Martín(3) -, desató un fuerte debate respecto a la dirección que debía tener el movimiento que intentaban encabezar los grupos armados. A pesar de las divisiones en cuanto a los métodos y la estructura, algo era claro para la guerrilla en Guadalajara: la pretendida revolución socialista debería ser a nivel latinoamericano, y en ese proyecto sin duda Cuba jugaría un papel importante. El movimiento guerrillero gestado durante los primeros años de la década de los setenta en Guadalajara, había idealizado la revolución cubana; Fidel Castro era el ideal a seguir por muchos de los guerrilleros de Guadalajara y por ello, de antemano consideraban al líder cubano y a la isla del caribe, como los grandes y seguros aliados de la causa revolucionaria.

Grande sería la decepción para los miembros de las FRAP que fueron canjeados por el cónsul Terrence Leonhardy y exiliados como refugiados políticos en Cuba a principios de 1973. El ingeniero Guillermo Robles Garnica fue uno de los asilados, y recuerda con amargura en su libro, La guerrilla olvidada: Presos en la Isla de la Libertad, el desden con que el gobierno de Castro los trató. Esto por que el gobierno de Castro veía en México un importante aliado comercial y diplomático ante el boicot impuesto contra la isla por el gobierno de Estados Unidos, y por lo tanto el gobierno de Castro no quería enemistarse con Echeverría al apoyar la causa de la guerrilla de Guadalajara. Los militantes de las FRAP eligieron a Cuba como destino con la idea de que siendo un país donde la revolución socialista se había logrado, los apoyarían en su proyecto de exportar la revolución a México. Nada más alejado de la realidad. Los guerrilleros liberados por el canje, incluidos los militantes de las FRAP, fueron escondidos y menospreciados en Cuba. No les permitieron margen de acción, y el apoyo logístico y doctrinario para desarrollar la revolución en México desde Cuba nunca se dio, al grado de que los exiliados de 1973 sólo pensaran en regresar al país para seguir trabajando por su cuenta.

De todos los asilados en la isla, los mexicanos éramos los únicos que exasperábamos al gobierno cubano, como si los demás fueran victimas de gobiernos despóticos y nosotros no; por el contrario, nos culpaban de de luchar contra el sistema mexicano, ejemplo de “régimen democrático” eso demuestra que la conveniencia política rebasaba cualquier hipocresía (4).


Reitero que la referencia citada por Robles Garnica integra a la discusión sobre el concepto de la revolución en Guadalajara durante los setenta, un ingrediente que debe ser muy tomado en cuenta: la falsa impresión que la guerrilla mexicana - o al menos las FRAP de Guadalajara- tuvo una alianza con la revolución cubana. Al parecer no existió ese vínculo de concordancia de ayuda mutua en aras de propagar la revolución socialista a Latinoamérica. Esa característica, en sí misma, ya afecta la concepción global que se puede tener sobre la idea de revolución como concepto dentro de la guerrilla en Guadalajara. La situación Cuba-FRAP, me permite señalar un primer movimiento importante que tuvo el ideal de la revolución de esos años, y a partir de ello, estudiar las posiciones políticas del Estado mexicano al respecto, lo cual me llevará a una serie de análisis sobre geopolítica. Desde ahí fue claro notar que la utopía de la fraternidad revolucionaria latinoamericana se vio mellada respecto a Cuba como una de los principales aliadas del orbe socialista.


FOTOS
1.- Portada del diario El Sol de Guadalajara; su acusó a los militantes de las FRAP de haber participado en el asesinato del lider histórico de la Federación de Estudiantes de Guadalajara Carlos Ramírez Ladewig.
2.- Ramón Campaña López, líder de las FRAP.
3.- Portada de la revista política, Testimonio Revolucionario. En ese número Juventino Campaña López, también líder de las FRAP, escribió un largo texto sobre la historia de la organización y del movimiento armado en general en México.
4.- Eduardo Manzano Muñoz, prominente miembro de las FRAP.
5.- Juventino Campaña López, "El Ho-Chi. Minh".
CITAS:
[1] Jesús Gutiérrez Jiménez, entrevista del 23 de diciembre del 2006, Guadalajara, Jalisco. El Sr. Gutiérrez Jiménez perteneció al Partido Comunista a partir de 1973.
[2] Armando Rentería Castillo, entrevista del 22 de febrero 2003, Guadalajara, Jalisco.
[3] Enrique Velázquez Martín fue el abogado de muchos de los guerrilleros de la década de los setenta en tanto estuvieron encerrados en la Penal de Oblatos. Fue simpatizante del FER y vivió de cerca el proceso de mutación del FER en movimiento guerrillero.
[4] Guillermo Robles Garnica, Guadalajara: la guerrilla olvidada: Presos en la isla de la libertad, Sin editorial, 1998, p.109.

sábado, 2 de mayo de 2009

Ciudad de Fuegos. Historia de la Unión del Pueblo en Guadalajara (1972-1978).

La madrugada del 13 de septiembre del año de 1977, una serie de explosiones desataron el caos en el centro de la ciudad de Guadalajara. Varias tiendas departamentales y algunos edificios públicos, resultaron dañados por los ataques con bombas incendiarias, que llevaron a cabo militantes del grupo guerrillero Unión del Pueblo (UP). Los incendios desatados dejaron perdidas por más de 300 millones de pesos. La acción propició la movilización de más de 3,000 elementos de seguridad del gobierno del estado de Jalisco(1). Sin duda, la operación de la UP en septiembre, puede ser calificada como una de las más osadas realizada por de los grupos armados durante la década de los años setenta en el país. Los desplegados de la época destacaron que los hechos habían sido obra de “desorientados” y “malos mexicanos”(2). Sin embargo, hubo en las versiones periodísticas, quien externara cierto grado de admiración ante una movilización inusitada de la guerrilla que dejaba claro, cual era la posibilidad de alcance que este grupo había logrado para ese entonces.

Una nueva organización terrorista urbana apareció hoy en el escenario mexicano con una destructiva acción dinamitera y un llamado a la revolución. La policía describió de inmediato al grupo “Unión del Pueblo” como la más formidable organización guerrillera que ha operado en el país y puso en alerta nacional a todos los contingentes policiales(3).

Este hecho, como algunos otros en los que participó la UP es parte indeleble de la conciencia histórica de los tapatíos. A pesar de esto, es frecuente que en las pláticas ordinarias sobre la guerrilla en Guadalajara, se tienda a confundir a los autores de estas acciones. Por ejemplo, es común que en nuestros días al hablar de los bombazos en septiembre de 1977, algunas personas se los atribuyan entre otros: a la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23deS), a la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), o a los Vikingos(4).


Ante esa condición de vaguedad fue que me propuse desarrollar esta investigación, en el cual tuve como principal objetivo responder a la pregunta ¿que fue la Unión del Pueblo? A continuación haré un despliegue de los datos que recavé a los largo de este proceso de investigación, tratando de presentar los puntos más importantes respecto a la historia de esta organización en Guadalajara.


a).- Procedencia de la Unión del Pueblo en Guadalajara,
b).- Etapa militarista
c).- Fin de la organización.
Procedencia de la Unión del Pueblo en Guadalajara.
Hay una referencia sobre los orígenes del grupo, expuesta en la larga entrevista concedida por la plana mayor del Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo PROCUP(5) en 1986, a la revista Por Esto! En esa larga plática es importante destacar de entrada, la mención que se hace al concepto Unión del Pueblo. Para el PROCUP, el cimiento que explica en teoría la realidad mexicana del siglo XX, esta fuertemente fundada en las concepciones de lucha de clases planteadas por Carlos Marx y Vladimir I. Lenin. Para los líderes de esta organización, la unidad del pueblo, era la fórmula que permitiría la realización de una revolución popular que liberará a las clases populares del país, del yugo de la opresión capitalista. Conforme a esta afirmación, se juzgó que la ausencia de unidad popular se encontró en el origen mismo de las luchas sociales del siglo XX, en particular de la Revolución Mexicana. Héctor Eladio Hernández Castillo, líder de la UP en Jalisco daba cuenta de ese parecer en un comunicado de 1972:

Por lo que la actuación de Zapata y Villa sólo fue consecuencia de la desorganización, falta de conciencia y, lo más importante, la inexistencia de la Unión del Pueblo en torno a un programa unificado de alcance nacional popular(6).

Al parecer, es de ahí que proviene ese principio rector dentro del grupo, en donde es imposible pensar en una revolución popular sin la unión del pueblo. Esta unión, implicaba un largo proceso de preparación política y estratégica de los militantes en coordinación con toda la estructura de la organización. Se puede decir que a Unión de Pueblo tuvo dos fases históricas. La primera de ellas arranca en 1964 en Oaxaca, siendo su estrategia de lucha de carácter foquista, la cual basaba su método de avance en la creación de pequeñas células de militantes preparadas militarmente para hostigar a las pequeñas poblaciones con acciones fugaces. En 1972 la estrategia cambia de dirección y en las bases donde la UP operaba, se empieza a aplicar la formula de la Guerra Popular Prolongada (GPP), introducida, al parecer, por el guatemalteco José María Ortiz Vides, “Cochevides” o “Tobi”, por lo cual se le ha identificado como el fundador de la UP. Sobre este cambio, da cuenta el mismo Eleazar Campos, uno de los supuestos fundadores de la organización a mediados de los sesenta.

El proceso de unidad se ve obstaculizado al prevalecer en la mayoría de los grupos un bajo nivel teórico marxista-leninista e incluso el desconocimiento, a nivel de dirección de esta teoría. (...) situación ante la cual el partido tomó la responsabilidad de tratar de impulsar el proceso de unidad sobra la base del desarrollo de las organizaciones, dando a conocer el lineamiento político de la Guerra Popular Prolongada desde 1972 (7).

La GPP es en términos generales, una reformulación de la teoría política y militar marxista, diseñada por Vladimir I. Lenin luego de la experiencia de la revolución socialista en la URSS a principios del siglo XX. De ahí, la constante del marxismo-leninismo como clave en la estrategia de lucha popular, de los grupos guerrilleros latinoamericanos. En relación al pensamiento de Lenin respecto a la lucha revolucionaria, es interesante señalar el libro La Guerra y la Revolución(8) .
En el apartado El programa Militar de la Revolución se establece una serie de planteamientos que gradualmente estarán incluidos en el marco de teoría general de la GPP. En términos generales, la GPP contaba con el siguiente orden estructural ascendente: a).-un núcleo de militantes; b).- comandos de resistencia popular; c).- comité local de construcción revolucionaria; d).- comité general de construcción revolucionaria; e).- comités de seguridad; f).- tribunal revolucionario del pueblo g).- comité central; h).- Buró político.

CITAS
1 El Sol de Guadalajara, México, 15 de septiembre de 1977, “Es pública y unánime la condena por la acción terrorista en Guadalajara”, Guadalajara, México.
2 El Sol de Guadalajara, México, 15 de septiembre de 1977, desplegado pagado por la Cámara Nacional del Comercio (CANACO), Guadalajara, México.
3 El Diario de Guadalajara, 15 de septiembre de 1977, Guadalajara, Jalisco.
4 Sergio Aguayo Quezada, La Charola, primera edición, México, Grijalbo, 2001, p.158. Los Vikingos fueron una pandilla que tenía sus dominios en el barrio de San Andrés del Sector Libertad, al oriente de la ciudad. En las palabras de Sergio Aguayo, “el termino Vikingo amplió su significado geográfico. Por simpatía y/o por miedo, otros barrios de las zonas populosas de Guadalajara (los sectores Reforma y Libertad) empezaron a unirse al grupo creando una especie de confederación de barrios que se autodenominó Vikingos, que tenía una dirigencia informal pero muy sólida.
5 Hacia el año de 1978, la UP se transformó en el PROCUP. La entrevista referida a la revista Por Esto!, fue concedida por cuatro de los miembros principales de esta organización en 1986. Al frente estaban: Lidia González Lujan, Eleazar Campos Gómez, Antonio Montaño Torres, y Cristóbal Domínguez Román.
6 Héctor Eladio Hernández Castillo, comunicado número 5, Contra el caudillismo, contra los vicios que minan la organización revolucionaria, diciembre de 1972.
7 Eleazar Campos Gómez, entrevista en: revista Por Esto!, número 217, México, 11 de junio de 1986, p. 26
8 Vladimir I. Lenin. La Guerra y la revolución, tercera edición, México, editorial Roca, 1972, 156 páginas.